Una gran casa, y mejores anfitriones

Mi recorrido por una de las casas más famosa y emblemática de la Ciudad de México comenzó dentro de una fila de gente que esperaba por entrar a dicha casa, ya que al parecer estas personas que vivían aquí no pasan de moda o será que el hecho de saber de su vida genera curiosidad entre los visitantes.



La espera no es nada tediosa pues desde la llegada se puede observar los rasgos que distinguen a esta casa, también se pueden observar a personas que venden artesanías referentes con una de las parejas históricas del arte más famosas, hablo de Frida y Diego quiénes habitaron esta casa durante su vida, en la casa podemos observar algo de la la vida de Diego pero la casa completa está dedicada a la obra y vida de Frida Kahlo, en ella podemos observar pinturas y vestimentas que nos hablan de lo que fue su vida, cada recámara lleva el toque de quién fuera una de las mejores pintoras de México y la casa por sí sola nos cuenta pedazos de la vida de Frida, poco a poco nos vamos dando cuenta de como fue que descubrió su gran talento por la pintura y el por qué de cada una de sus obras realizadas. 
La casa es muy bella y está cuidadosamente bien adornada y distribuida hace que un paseo por ella no sea aburrido, pues en cada rincón de la casa se encuentra algo por lo que se pueda deter y admirarlo por un largo rato.  




La experiencia que se vive estando dentro de la casa nos puede transportar a aquella época, pues entre pinturas, fotografías, diseños de recamaras, muebles y vestimentas nos podemos imaginar como es que era la vida en aquellos tiempos. 


Aquí les dejo el link dónde podrán revisar fechas y horarios de esta gran casa donde lo único recomendable es ir con muy buena actitud. 





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